Oraciones para atraer el Amor a nuestra vida.

Antes de un Amarre

Oh, Santísima Muerte; perdóname, te suplico. He tenido errores, pero me arrepiento. Te pido perdón, por todos los males que he causado consciente e inconscientemente. Te ofrezco buen comportamiento, ya que las fuerzas que invoco son de buena fe y no pretendo hacer ningún mal; sino que lo hago, porque pienso en la felicidad de ésta persona y mía. Si tu decides lo contrario lo acepto humildemente.

Se recomienda rezar ante la imagen o en el altar, y después rezar un padre nuestro y un ave María.

Para Traer a un Ser Amado

Santa Muerte, auxiliadora de los hermanos que se encuentran sin amor; te invoco,para que atraigas a mi vida (DECIR EL NOMBRE DE LA PERSONA). Para que por medio de amor felicidad sea quien llene mi alma de paz y tranquilidad; ya que en la energía divina que fluye dentro de mi corazón, están depositadas las virtudes de todo el universo; pues Dios padre universal ayudará para que esto sea realizado.

Prender una vela roja al terminar la oración para atraer a ese ser amado. Rezar tres padres nuestros. Y la oración diariamente.

Para encontrar el Amor

Divina y amorosa Santa Muerte, te pido humildemente, me ayudes a encontrar el amor verdadero, y alejes de mí el amor pasajero. Yo deseo el amor verdadero, con tu ayuda podré encontrar ese sendero; a la felicidad verdadera, acerca a mí (DECIR NOMBRE COMPLETO DE UNA(O) MISMA(O)), al hombre o mujer de mis sueños y que estoy dispuesta(o) a dar el amor. Ya que tengo un amor verdadero para ese ser. Transmite tu energía a éste corazón que tengo y que preparé con ese amor que tanto deseo. Amén.

Para los Novios: 

Somos novios. Queridísima Santa Muerte y nos queremos mucho. Hace un tiempo nos encontramos y nos reconocimos, como si siempre nos hubiéramos buscado. Que experiencia maravillosa para cada uno, sentirse elegido, preferido sin saber del todo por qué. Sentimos tu presencia, niña blanca y te damos gracias por haber hecho posible este amor. Queremos no olvidarte, para que seamos abiertos y sinceros; para que busquemos el bien y la alegría del otro con comprensión; para que nos esforcemos en cambiar y ofrecernos cada día a cada uno lo mejor de sí mismo; para que el deseo y la pasión no ahoguen el amor; para que juntos forjemos un ideal, una vocación, para la vida, y nos unamos para alcanzarlo. Un día, señor, pensamos sellar para siempre nuestro amor con el sacramento del matrimonio. Que nuestro noviazgo sea un campo de maduración y seamos conscientes del compromiso mutuo que asumiremos. Amén.

Esta oración debe decirse todos los días.