En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo, creador del cielo y de la tierra de todo lo visible y lo invisible. Señor nuestro te pido permiso para invocar a la Santísima Muerte mi Niña Blanca; pues en tu misericordia confío para que me liberes de todo mal.
Santísima Muerte postrada(o) ante ti, rozando tu manto te invoco y suplico protección contra quienes con el mal me quieren acechar, te pido los mantengas alejados por medio de tu generosa intervención. No permitas que ningún proyecto que elaboren en mi contra pueda tener efecto, aléjalos de mi, que jamás nos crucemos en el camino, que seamos invisibles ante sus ojos y que su voluntad sea doblegada.
Si tiene ojos que no me vea. Si tiene oídos que no me oiga. Si tiene boca que no me hable. Si tiene manos que no me agarre. Si tiene pies que no me alcance. Si tiene armas que se rompan, que no me hagan daño. En tu misericordia confió para que me liberes del maligno, brujos, hechiceros, malos vecinos, tempestades, malhechores y toda envidia.
Permítenos respirar y ver nuevamente la luz y danos la inteligencia para ubicar el camino a la prosperidad que necesitamos. Bendíceme Santísima Muerte. Gracias mi Niña Blanca por escucharme. Así sea.
(Rezar tres Padres Nuestros).
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